Desde 2011, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro Ahmet Davutoglu han intentado derrocar al gobierno sirio de Bashar al Assad por todos los medios, excepto con una intervención militar, escribe el periodista turco Kadri Gursel en Al Monitor. No obstante, la idea sobre la intervención surgió a principios de febrero, después de que el Ejército sirio, apoyado por Rusia, cortara la ruta desde Alepo a Turquía.
No obstante, esta vez el derrocamiento de Assad no era el motivo, dado que era imposible ya desde el inicio del operativo antiterrorista ruso en septiembre. Tras la pérdida de la ruta