Los militares han entrado en la sede del gobierno en la ciudad iraquí de Ramadi después de varios días de combates por el control del centro de la ciudad. Los yihadistas utilizaban las instalaciones gubernamentales para resistir a la ofensiva del Ejército contra el centro de Ramadi, pero no han podido evitar que elementos del Ejército tomaran el conjunto de edificios, informa la BBC.
Los combatientes del movimiento extremista se están retirando supuestamente hacia el
noreste de la ciudad, informan fuentes de la emisora.
Horas antes los soldados iraquíes lograron detener en la ciudad a uno de los líderes del Estado Islámico, cuya identidad todavía no ha sido revelada. Según otros datos, el dirigente terrorista fue abatido durante el operativo.
Las tropas iniciaron una ofensiva contra el centro de la capital de la gobernación de Al Anbar el martes pasado. Un portavoz militar destacó en aquel entonces que el movimiento extremista impidió que la población civil abandonara la ciudad.
Este sábado las fuerzas antiterroristas acercaron sus posiciones al barrio gubernamental tras avanzar un kilómetro en aproximadamente 24 horas mediante combates, informó el portavoz del Ejército. Los ataques aéreos, dijo, permitieron destruir los explosivos que los terroristas habían instalado para evitar el avance del Ejército.
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