miércoles, 8 de julio de 2015

La batalla política: las repúblicas populares convocan elecciones

Tras desmilitarizar como gesto de buena voluntad y de forma unilateral la localidad de Shirokino, que desde febrero había sido uno de los puntos más conflictivos del frente, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk continúan dando pasos para cumplir, también unilateralmente, los compromisos adquiridos con la firma de los acuerdos de Minsk. Sin garantía alguna de que estos gestos vayan a modificar la actitud de Ucrania, que continúa negándose a cumplir con su parte (restablecer el sistema bancario en Donbass, levantar el bloqueo, iniciar un diálogo inclusivo sobre la descentralización del poder o reanudar los pagos sociales a los residentes
en las zonas controladas por la RPD y la RPL), Zakharchenko y Plotnitsky han anunciado los siguientes pasos en el proceso. Pese a que la parte ucraniana continúa bombardeando pueblos y ciudades de Donbass, las autoridades de las repúblicas populares han optado por el cumplimiento unilateral y estricto de los acuerdos firmados en febrero, con lo que queda implícito que aceptan, no solo volver a la soberanía ucraniana como preveía el acuerdo de Minsk, sino hacerlo también en los términos marcados por Ucrania y no de forma negociada. 

Las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk han anunciado que celebrarán elecciones locales el 18 de octubre y el 1 de noviembre respectivamente. Estas fechas rodean a las elecciones locales que han de celebrarse en Ucrania el 25 de octubre.

El primer ministro de la RPD, Aleksandr Zakharchenko, realizó este anuncio el 2 de julio. Según UNIAN News, se elegirá a alcaldes de ciudades y distritos. No se ha tomado aún una decisión en lo que respecta a la elección de miembros de los consejos locales. El primer ministro de la RPL, Igor Plotnitsky, por su parte anunció el 6 de julio que las elecciones locales se celebrarán el 1 de noviembre.

Interfax cita a Zakharchenko afirmando que “en la situación actual, causada por los errores de Kiev, la República Popular de Donetsk se ve obligada a implementar de forma independiente los acuerdos de Minsk para así poder salvarlos. Comenzaremos a actuar de inmediato, sin esperar a que Kiev recapacite y regrese a un diálogo real, no a uno falso, porque cualquier retraso solo beneficiará al partido de la guerra de Ucrania”.


El comunicado de Plotnitsky afirmaba: “Últimamente hemos llegado a la conclusión de que Ucrania no tiene intención de cumplir con sus compromisos. Kiev o incumple o finge ejecutar las provisiones del Acuerdo de Minsk. El parlamento aprueba leyes que no son acordes con nuestras propuestas en temas relacionados con Donbass. Por el momento, se han negado a definir el estatus especial de la RPL y no han comenzado a trabajar en las leyes que den forma a ese estatus. Además, cada día que pasa, Kiev intensifica el bloqueo de la RPL”.

“Desde esta perspectiva, hemos decidido comenzar la implementación unilateral del Acuerdo de Minsk en relación a las elecciones en la RPL”.

Los dos líderes se refieren al incumplimiento de Kiev de los puntos pactados en el acuerdo de alto el fuego de Minsk-2 el 12 de febrero de 2015, que exigen que exista un proceso de diálogo con las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, así como una descentralización del poder hacia esas regiones. El anuncio de las repúblicas populares es la respuesta al intento por parte del Gobierno de Kiev de evitar cumplir los puntos clave del acuerdo de Minsk en relación al diálogo y reforma constitucional.

En mayo, en el octavo Foro de Seguridad de Kiev, tanto Poroshenko como el primer ministro dejaron claro que no pretenden dialogar. “Dialogaremos con Donbass, pero con otro Donbass, uno Ucraniano”, afirmó Poroshenko. Y continuó, “Debemos garantizar unas elecciones libres”. El primer ministro Yatseniuk afirmó que su Gobierno nunca dialogaría con los actuales representantes de Donbass. “Nos comunicaremos únicamente con representantes legítimos de esa región, queremos celebrar elecciones legítimas allí”.

Yatseniuk afirmó que su Gobierno hablaría con los líderes de las repúblicas de Donetsk y de Lugansk “solo cuando estén entre rejas”. Y añadió, “por cierto, tenemos celdas más que de sobra”.

En lugar de negociar, el Gobierno ucraniano reunió a la Comisión Constitucional en abril. Esta comisión ha de presentar su informe al parlamento esta semana [la comisión debía presentar su informe el jueves, pero la sesión ha sido cancelada-Ed]. Propondrá cambios cosméticos en cuanto a descentralización que, sobre todo, impedirán cualquier reconocimiento presente o futuro de las repúblicas de Donetsk y de Lugansk. La reforma constitucional será presentada a la opinión pública internacional como prueba del compromiso de Kiev con Minsk-2.

Poroshenko ya ha anunciado que las elecciones locales se celebrarán el 25 de octubre, como parte de este engaño. Como es lógico, Donetsk y Lugansk se negarán a aceptar que el Gobierno de Kiev, que libra una guerra contra ellos, celebre unas elecciones en su territorio, lo que se presentará como prueba de la intransigencia e imposibilidad de dialogar con las repúblicas.

Según informa TASS, en su anuncio del 2 de julio, Zakharchenko afirmó que los actos unilaterales de Kiev en relación a la adopción de enmiendas a la constitución de Ucrania son la prueba de que “el régimen de Kiev ha abandonado de facto el proceso de paz de Minsk”.

“En estas circunstancias”, afirmó, “la República Popular de Donetsk se ve obligada a comenzar a aplicar los acuerdos de Minsk por su cuenta para poder salvarlos”.

Al día siguiente, el líder de la RPD respondió a un comunicado del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, que criticaba la decisión de convocar elecciones para el 18 de octubre. Según cita TASS, Zakharchenko afirmó: “Es probable que el vicepresidente de Estados Unidos no haya estudiado el tema en profundidad. Dudo incluso que haya leído el paquete de medidas de Minsk. Y Poroshenko, como es habitual, está distorsionando los hechos”.

Zakarchenko continuó, “si Biden realmente está preocupado por el futuro de los acuerdos de Minsk, entonces debería hacer que Poroshenko y Groysman [presidente del parlamento] los cumplieran”.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov publicó un comunicado el 3 de julio en el que expresaba la profunda decepción de su Gobierno con el fracaso del Gobierno de Kiev de respetar el acuerdo de Minsk-2. “Rusia está profundamente preocupada por la incapacidad y el rechazo de Kiev de cumplir con sus compromisos y coordinar con Donetsk y Lugansk las modalidades para celebrar las elecciones locales y su incapacidad de incluir a los representantes de las autoproclamadas repúblicas en el proyecto de la nueva constitución”.

Lavrov afirmó que el Gobierno de Poroshenko y Yatseniuk ha preparado una nueva constitución sin la participación de los representantes de Donetsk y Lugansk, lo que “no cumple con el requisito de los acuerdos de Minsk en esta materia”.

El proyecto “no refleja el estatus especial de forma permanente para estos territorios y tampoco refleja la descentralización del poder”, como preveía el acuerdo de paz firmado en la capital de Bielorrusia en febrero.

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