La vida en tregua

A pocos días de cumplirse un mes de los segundos acuerdos de Minsk, que dieron lugar a la tercera tregua, observamos una situación que suena familiar.

1. Se da un proceso parcial de intercambio de prisioneros. La junta continúa utilizando civiles, habitualmente acusados de apoyar a Novorrusia, entre los presos entregados a las Repúblicas Populares. Los prisioneros de guerra en ocasiones muestran signos de golpes o torturas.
2. La intensidad de la acción militar se ha reducido notablemente y ahora mismo se observan únicamente escarceos y bombardeos locales en lugar del fuego generalizado en la línea del frente. La iniciativa en lo que se refiere a la ruptura de la tregua pertenece a la junta, que continuamente tantea las defensas de la milicia en Shirokino, Peski y Bakhmutka.
3. Las milicias han concluido la retirada de artillería pesada de la línea del frente. La junta, por su parte, continúa con sus engaños, moviendo la artillería en la zona del frente en lugar de retirarla.

Está siendo difícil implementar incluso en estos tres puntos, que a finales de febrero se señalaban como los más realistas, al igual que ya ocurriera con el intento de implementar puntos similares de los primeros acuerdos de Minsk.

En lo que respecta a los aspectos políticos, se observa el previsto estancamiento.

1. El bloqueo de Donbass no ha sido levantado y Kiev no tiene intención de hacerlo.
2. No existe la amnistía y Kiev ya ha anunciado abiertamente que esta no afectará al liderazgo de las Repúblicas Populares.
3. La reforma constitucional no ha comenzado.
4. El intento de maniobrar en cuanto al problema de la frontera introduciendo fuerzas de paz, como era de esperar, ha fracasado.
5. No hay claridad en lo que se refiere al futuro político de Donbass, lo que podría ayudar a resolver un buen número de temas ahora en conflicto.

En términos generales, la situación que se ha observado durante este mes es la misma que tras la firma del primer acuerdo de Minsk, acompañada básicamente por posiciones similares en lo que respecta a la política exterior:

1. Rusia recibe a diario amenazas de nuevas sanciones y ultimatos bajo el principio de “haz lo que yo digo, o…”.
2. Sobre el trasfondo de las maniobras diplomáticas, la junta continúa preparándose para la guerra sobre la base de sus propios recursos y también en busca de ayuda extranjera.
3. Se observan provocaciones regulares durante la tregua, tanto en la zona cercana al frente como en otras zonas: las minas en los puentes a Crimea, extrañas explosiones en Kharkov.
4. Estados Unidos sigue tratando de crear una gran coalición anti-rusa para ampliar el conflicto, lo que se utiliza para maniobrar sobre la posibilidad de entregar armas a Ucrania.

Por el momento, no hay diferencias drásticas entre la situación actual y la del pasado otoño. En este momento, la tregua juega el papel de descanso temporal previo a una nueva etapa de acción militar intensa en la campaña de primavera-otoño 2015. No es sorprendente, por lo tanto, que a pesar de la retirada de artillería, la milicia continúe acumulando tropas y reponiendo material en las unidades que han sufrido pérdidas en la campaña de invierno. Mientras tanto, la movilización obligatoria continúa en Ucrania, que acumula reservas y repone el material de las unidades más castigadas.

En general, como ya se ha apuntado antes, no habrá una solución rápida al conflicto de no producirse un diálogo directo entre Rusia y Estados Unidos.