jueves, 29 de enero de 2015

¿Problemas con el reclutamiento?

Tras meses en los que las operaciones miliares se habían limitado al contante fuego de artillería, que ha seguido dejando víctimas entre la población civil incluso durante los momentos más tranquilos del alto el fuego firmado en Minsk en septiembre, el reinicio de las operaciones militares a gran escala ha tenido ya consecuencias políticas.

A principios de enero, cuando aumentaban las operaciones militares, la intensidad de los bombardeos contra la ciudad de Donetsk y volvía a recrudecerse la batalla por el aeropuerto, el parlamento ucraniano anunciaba la cuarta movilización, que debía reemplazar a soldados llamados a filas hace un año y renovar un ejército que sigue sufriendo ante la milicia.

Según la ley, la primera ola de una serie de procesos similares había de comenzar el 20 de enero, por lo que es ahora cuando se van conociendo los primeros datos. En unas semanas en las que el número de bajas en ambos ejércitos en combate aumentan de forma dramática, los primeros días de reclutamiento parecen indicar dificultades para el ejército ucraniano de atraer al número de jóvenes reclutas que esperaba conseguir.

La agencia rusa TASS cita al representante ruso en la OSCE Andrey Kelin, que afirma que cada vez más jóvenes comprenden el verdadero significado de esa llamada a filas y “se niegan a cometer crímenes contra su propio pueblo”. Ante el rumor de que Ucrania ha exigido a la vecina Polonia que no extienda visados a hombres en edad de servicio militar, algunos jóvenes parecen haber huido a Rusia, país que esta misma semana ha sido designado por la Rada ucraniana como agresor.

“Muchos ya evitan la movilización, tratan de cruzar a Rusia para esperar aquí una temporada. Y está bien hecho, porque les están utilizando solo como carne de cañón bajo las balas”, comentó el presidente ruso Vladimir Putin en un encuentro con estudiantes. Según las nuevas leyes, los ciudadanos ucranianos solo pueden permanecer en territorio ruso sin necesidad de visado durante un mes. “Vuelven y les reclutan”, insistió el presidente ruso, que dio a entender que el país podría alargar el tiempo de estancia en Rusia hasta 90 días para aquellos hombres que quieran evitar ser llamados a filas en Ucrania.

Miembros del propio Gobierno ucraniano admiten esta situación. Desde su plataforma de comunicación favorita, Facebook, el asesor presidencial Yuri Biriukov informa de los decepcionantes datos de la más reciente movilización. Biriukov, que termina llamando perros cobardes a quienes evitan la llamada a filas, detalla algunos datos curiosos en un mensaje que ya ha sido eliminado.

Alcaldes de 14 consejos rurales de la provincia de Ivano-Franckivsk se han negado a aceptar citaciones para notificaciones.

El 57% de los reclutas de Ivano-Frankivsk notificados no se han presentado ante la comisión médica.

El 37% de los reclutas notificados de Ivano-Frankivsk han abandonado el territorio ucraniano.

Alcaldes de la región de Ternopil han saboteado abiertamente eventos de notificación en caso de presencia de representantes militares y han avisado a los residentes de localidades cercanas.

El alcalde del consejo local de Konyukhi, distrito de Kozovsky afirmó que residents locales habían alquilado dos autobuses y habían huido a territorio ruso.

En la localidad de Colchino, distrito de Mukachevo de la region de Transcarpatia, de las 105 citaciones, solo se entregaron 3: 9 personas no residen en la dirección del registro y otras 93 han abandonado la región en enero debido a “trabajo estacional”.

En los últimos 30 días, han atravesad ola frontera en la región de Chernivtsi el 17% de los reclutas de la región. Según fuentes no oficiales, se sabe que hostales y moteles de la vecina región al otro lado de la frontera rumana están llenos de ucranianos que tratan de evitar la movilización.

El 19% de los reclutas notificados en la región de Volyn se han negado a presentarse al servicio militar alegando motivos religiosos, aunque en años anteriores el porcentaje no había alcanzado más que el 0,7%.

Exactos o no estos datos, parecen confirmarse las dificultades en este último proceso de reclutamiento. Y todo ello en un momento en que no se reduce, por el momento, la intensidad de la batalla, que estos días se centra en los alrededores de Debaltsevo, donde las milicias intentan sitiar a una gran masa de fuerzas ucranianas. Otras muchas zonas, principalmente Donetsk y sus alrededores y Gorlovka, aunque tanto el Gobierno como los medios ucranianos niegan su culpabilidad. Hoy mismo, la agencia ucraniana Unian informaba de que “los separatistas continúan con su incesante bombardeo de la ciudad de Donetsk, controlada por los separatistas. Con la tenacidad de la locura, bombardearon zonas residenciales, parando solo por la mañana. Entonces, volvieron a sus casas para comprobar si habían acabado, por accidente, con alguno de sus familiares”.

Aunque se sigue culpando a las milicias de los bombardeos de artillería ucranianos, Viktor Muzhenko, jefe del Estado Mayor, ha reconocido, contra lo afirmado la semana pasada por el presidente Poroshenko, que no hay tropas regulares rusas luchando en Donbass más allá de los voluntarios rusos que las milicias nunca han escondido.

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