jueves, 16 de octubre de 2014

La diáspora ucraniana lucha contra una creciente ola de sentimiento anti-ucraniano en las universidades españolas

Artículo Original de Rostyslaw Khotyn en Radio Svoboda. Traducción del ucraniano de Valentina Lisitsa. Traducción al castellano de Nahia Sanzo Organizaciones ucranianas en España y la Embajada de Ucrania en este país ibérico se enfrentan a lo que han definido como una creciente marea de eventos anti ucranianos que tienen lugar en universidades españolas. Culpan de ello las fuerzas políticas de la extrema izquierda en España, así como a la propaganda rusa activa en los países de la Unión Europea. El País, periódico español más importante, escribió que Ucrania considera propaganda rusa la reciente serie de eventos culturales que han tenido lugar en la Universidad Complutense de Madrid y el embajador de Ucrania en España ha exigido al rector de la universidad que cancele el resto de eventos por su “naturaleza abiertamente anti ucraniana”.


Desde principios de mes, la Universidad Complutense ha acogido una serie de conferencias, exhibiciones, proyecciones, mesas redondas, todo ello con el claro objetivo de tachar de fascista al régimen ucraniano y culpar a la “junta de Kiev” de los trágicos eventos de Odessa el 2 de mayo. Se han celebrado conferencias anti ucranianas El 17 de septiembre tuvo lugar en la Universidad de Zaragoza; el 2 de octubre, en Granada y la placa conmemorativa de los “cien celestiales” fue víctima de vandalismo.

El embajador de Ucrania, Serhiy Novoseltsev escribió el 10 de octubre en el diario El País: “Ante todo, recalcar que el absolutamente fariseo concepto “del fascismo que retoma fuerzas en Ucrania” promulgado por la Rusia oficialista sirve como la base ideológica y el elemento clave de la guerra híbrida desatada contra mi Estado y mi nación”. Añadió “Segundo, la política informativa de Moscú se dirige a la proliferación del odio, antagonismo de naciones, xenofobia, antisemitismo e intolerancia. El Kremlin apunta a contrarrestar los sustanciales avances del pueblo ucranio hacia el desarrollo democrático de la nación y a justificarse a sí mismo en la grosera anexión de Crimea”. Y también añadió “Tercero, de hecho, Rusia está exportando el concepto del neonazismo hacia el este de Ucrania, donde los representantes y partidarios de organizaciones neonazis y nazis rusas son participantes activos e influyentes de la escalada del conflicto en la región de Donbás”.

El rector de la universidad, José Carrillo Menéndez afirmó que el ciclo continuará como “todas las iniciativas aceptadas siempre que estén dentro de un orden”. Para complicar aún más la situación, las universidades españolas disfrutan de autonomía. Otro detalle peculiar: la asistencia a conferencias y mesas redondas no queda siempre a discreción del alumno, haciendo la asistencia obligatoria.

“España puede acabar con sus propios Donbass. Ivan Vovk, el líder de la organización patriótica Svoboda en España, declaró a radio Svoboda que España todavía alberga corrientes comunistas de cierta fuerza. De hecho, el rector de la Universidad Complutense resulta ser el hijo del infame líder del ahora prohibido Partido Comunista Santiago Carrillo, que durante su mandato hizo ciertas cosas espeluznantes según Vovk. “Aunque el rector no proponga ciertas cosas, nada pasa sin su aprobación o incluso insistencia. Vemos una ola anti-ucraniana en las universidades españolas entre la gente joven, una ola iniciada en Moscú, pero que también tiene elementos pro-bolcheviques que son en esencia antigubernamentales, antimonárquicos y contrarios al orden constitucional establecido. Me temo que España puede ver sus propias islas estilo Donbass en un futuro cercano”, añadió.

“A los jóvenes les repiten constantemente que no es Rusia quien lucha en Donbass sino “antifascistas” contra la “junta de Kiev”

Según el señor Vovk, las nuevas generaciones de jóvenes españoles son educados con un espíritu antifascista. “A los jóvenes les repiten una y otra vez que no es Rusia quien lucha en Donbass sino antifascistas contra la “junta de Kiev”. Me temo que Ucrania está perdiendo con rapidez a España porque la mayor parte de los jóvenes tienen una visión del mundo anarquista o izquierdista. Cualquier afinidad que España sintió hacia Maidan ha quedado olvidada”, dijo.

Los hechos de Ucrania se están viendo desde el prisma de la propia historia de España. Entre 1938 y 1973, el General Franco gobernó España con mano de hierro. España sufrió una sangrienta guerra civil, cuyos efectos políticos y psicológicos aún se sienten en la sociedad hoy en día. “Si en nuestra historia la represión vino principalmente de la izquierda, en España vino principalmente del otro lado. Desde el periodo de la monarquía al de la dictadura de Franco, la izquierda se ha asociado con la idea de democracia. Además, en tiempos de crisis es una tendencia natural que atraigan los extremos. En el escenario español, con la comprensible reticencia histórica a la extrema derecha, se aproxima a la extrema izquierda, con su obligatorio euroescepticismo, con su posición “anti-imperialista” contra el mundo Occidental moderno. Por eso, la política exterior de Putin les emociona”, dice Andrij Yakubu, editor de la publicación semanal “Ucrania del Segura”, a Radio Svoboda.

En un giro de los acontecimientos que preocupa cada vez más a los activistas ucranianos, el partido izquierdista “Podemos” está ganando popularidad con rapidez. Las elecciones de mayo supusieron su primera victoria al entrar en el Parlamento Europeo, donde los diputados votaron contra el acuerdo de asociación Ucrania-Unión Europea. El partido tiene todas las posibilidades de entrar en el parlamento español tras las elecciones generales de 2015. “hay cierto grado de decepción con el partido socialista tradicional, la gente empieza a ver al centro-izquierda y centro-derecha como básicamente lo mismo”, añade Yakubuv. Y aunque los españoles apoyan las aspiraciones de Ucrania a unirse a la Unión Europea, un 62% de los encuestados se muestra favorable (segundo mejor resultado en la Unión Europea tras el 69% de Polonia), Yakubuv advierte que “Ucrania puede perder el apoyo europeo en ciertos países”.

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