domingo, 17 de agosto de 2014

Un herido grave y siete detenidos en los disturbios en Ferguson tras la muerte del joven negro Brown

Los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía en Ferguson (EEUU) , por séptima noche consecutiva, han terminado con una persona herida y en estado crítico después de recibir un disparo, y siete detenidos.

La policía lanzó ayer bombas de humo, después de que el gobernador de Misuri, Jay Nixon, declarase el estado de emergencia y el toque de queda en la ciudad para tratar de frenar los disturbios desatados por la muerte a tiros del joven negro de 18 años, Michael Brown, a manos de un policía - Darren Wilson, de 28 años -en circunstancias aún confusas.


El toque de queda entró en vigor esta medianoche y estará vigente hasta las cinco de la mañana hora local (las 12.00 de la mañana, hora española), según especificaron las autoridades locales en una rueda de prensa conjunta con el gobernador, que se desplazó hasta la localidad. El herido en la pasada noche no ha sido aún identificado.

La policía, equipada con material antidisturbios y carros blindados, usó un megáfono para advertir a los manifestantes que despejaran las calles- El número de manifestantes que quedaban en la calle pasado el toque de queda era de cerca de 150 personas, contra quienes fueron lanzadas varias bombas de humo para dispersarlas.


Los manifestantes permanecieron en la calle pasado el toque de queda bajo un aguacero de lluvia, mientras cantaban: "Sin justicia no hay toque de queda, no hay paz". Finalmente, siete manifestantes fueron detenidos por incumplir la orden de abandonar las calles. "El toque de queda no hará más que empeorar las cosas", afirmaba ayer Phones Scott, de 24 años. "Los policías se pondrán violentos pero no podrán detenernos a todos", continuaba.

Justificación del gobernador

"No se trata de silenciar a la gente de Ferguson, de esta región, sino de contener a los que están ahogando la voz de las personas con sus acciones", defendió el gobernador Nixon. "Por la mañana esta comunidad se levantará con el sol para renovar su búsqueda de justicia", añadió.

Nixon anunció su visita a la zona después de la sexta noche de enfrentamientos entre las autoridades y algunos manifestantes violentos que cometieron saqueos, ante desaprobación líderes comunitarios y otros manifestantes pacíficos, que trataron de impedirlos. Los ánimos se caldearon el viernes después de que las autoridades revelaran la identidad del agente que disparó a Brown y divulgaran por primera vez un vídeo del joven como supuesto sospechoso del robo en una tienda cercana al lugar del suceso.


La difusión del vídeo, del que la policía no había hecho mención hasta ese momento, seis días después del incidente, indignó a la familia de Brown y fue interpretado como un intento de desviar la atención y criminalizar al joven.

En la madrugada del viernes al sábado, una jornada que había sido relativamente tranquila terminó con destrozos en varios negocios, saqueos y tensión entre policía y manifestantes.

Uno de los locales afectados fue la tienda "Ferguson Market and Liquor", el local donde supuestamente Brown participó en el robo de cigarrillos por valor de 48,99 dólares, según informaron medios locales.

"Soy un hombre adulto, de 24 años", decía Phones Scott, uno de los manifestantes. "Puedo estar aquí fuera todo lo que quiera. Y estaré aquí a las 12.01 y a las 12.02", indica desafiante quien considera que "el toque de queda sólo va a empeorar las cosas".

La muerte del joven ha desatado de nuevo el debate racial en el país, todavía con el recuerdo reciente del caso de Trayvon Martin, un adolescente afroamericano que murió a manos de un vigilante voluntario que le disparó en Florida en 2012.

El Mundo

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