viernes, 15 de agosto de 2014

Sanciones europeas a Rusia castigan a los castigadores

Siguiendo el camino de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) decidió sumarse a las sanciones económicas contra Rusia. Sin embargo, muchos analistas consideran que el Viejo Continente podría resultar afectado económicamente por las tensiones con su vecino, que compra  una buena parte de los productos perecederos del occidente.

El motivo esgrimido para las presiones contra Moscú es la evolución del conflicto ucraniano. Rusia ha mantenido una postura soberana y de apoyo a los derechos de los pobladores de todas las regiones de ese país, lo cual parece no ser bien recibido en algunas oficinas de Washington y Bruselas.


Ante ese escenario, el gobierno de Vladimir Putin respondió de manera lógica con la limitación de sus importaciones de la UE, lo que podría generar efectos severos en una región de la que no ha desaparecido la sombra de la recesión.

Rusia importa el 33 % de su consumo de alimentos y absorbe el 10 % de las exportaciones agrícolas europeas por valor de 12 mil millones de euros.
Xavier Beulin, presidente de los productores agrícolas de Francia, subrayó recientemente que el problema que se les presenta a los europeos es que las frutas y vegetales han tenido un año de producción abundante. Las manzanas, los tomates y los duraznos en particular provienen de Europa, que además atraviesa en esta temporada una grave crisis a causa de una  producción altamente perecedera que competirá en los puestos de venta entre los países europeos.

De allí el probable doble efecto que temen los productores, resume Beulin al comentar el contragolpe defensivo ruso: Rusia se cierra a las importaciones, pero los productos que ya no se destinarán a la exportación van a terminar en otros países europeos, creando  una situación de crisis, advierte respecto a un posible escenario de deflación de los precios.

Según el presidente de la federación de productores de frutas franceses  (FNPF), Luc Barbier, “los españoles exportaban (en el 2012) unas  100 mil  toneladas de fruta hacia Ucrania y Rusia: esa cantidad terminará en el mercado  comunitario”, predice.

Italia, España y Francia ya libraban la guerra del melocotón con precios desplomados y la catástrofe se avecina con las manzanas, advierte.  
Pero habría que hacer otro cálculo con la opción de Rusia de dirigirse a otros  mercados, como el de Asia o también América latina, reciente destino de una  gira del presidente Vladimir Putin, jalonada de nuevos acuerdos comerciales.

El escenario actual representa una oportunidad para todos los países de la región, que tiene grandes potencialidades de complementariedad con Rusia  y ahora sus productos se vuelven mucho más competitivos a pesar de la distancia.

Existen buenos referentes en ese camino. Por ejemplo, en carne bovina, el primer abastecedor de Rusia es de lejos Brasil, delante  de los demás países de América Latina y América del Norte.  Y eso es así desde antes de la aplicación de las sanciones.

Ya las autoridades moscovitas se reunieron con los embajadores de Ecuador, Chile, Argentina y Uruguay para tratar asuntos de suministros de alimentos a Moscú, y todo el mundo sabe que el cono sur latinoamericano es un gran suministrador de ellos.

Por si fuera poco, Alemania enfrenta una situación difícil de sus empresas en la Federación Rusa, según el periódico Bild.

El rotativo informó que la Unión de la industria de automóviles germana detectó, en junio pasado, una reducción, en el comercio con la Federación de Rusia, de  un 23  %, en comparación con el mismo periodo del año pasado. La declaración fue hecha por el  dirigente de la mencionada unión, Matías Vissman.

Además, el periódico destaca,  que en vista de las sanciones  europeas  contra la Federación de Rusia, la  Unión federal de comercio al por mayor  y exterior espera  una reducción del 20 % a finales del año en curso y la situación puede empeorar todavía más debido a las medidas de respuesta que impuso la Federación Rusa, estima el rotativo alemán: “Las compañías y las empresas alemanas pierden  miles de millones en  la Fede­ración de Rusia”, destaca Bild.

El resultado final de las sanciones parece hacer bastante daño a los que la promovieron y sin duda disminuirá el valor del comercio entre la Unión Europea y Rusia, que  el año pasado fue de unos 76 mil millones de euros.

Bild puntualiza que unos 300 mil puestos de trabajo en Alemania dependen de las relaciones económicas con la Federación Rusa. Precisamente  por esta razón  los expertos nacionales  son unánimes en que las sanciones adoptadas contra la Federación de Rusia  pueden ejercer influencia negativa en la zona del euro en general.

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