lunes, 14 de julio de 2014

Sexta cumbre de los países BRICS

La sexta cumbre de los países BRICS ofrece una buena oportunidad para que el grupo proponga al mundo varias iniciativas globales que fortalecerían las posiciones del bloque a nivel internacional.

"La agenda del BRICS debería tener en cuenta varios factores", opina el director del Centro para Estudios de la Sociedad Posindustrial y doctor en economía, Vladislav Inozémtsev, citado por el periódico 'RBC Daily'. 

Esos factores, según el experto, deben tocar temas importantes para los BRICS —la energía, las exportaciones de materias primas y el desarrollo económico— tener un carácter global, posicionarse como respuestas y no como ataques y "sorprender", es decir, ser inesperados para los poderes más importantes.


El economista enumera las iniciativas que, en su opinión, cumplen estos requisitos:
Una alternativa al calentamiento global

La cuestión de la ecología forma parte de la agenda global de Occidente. El bloque BRICS integra al mayor productor de energía y al mayor consumidor de hidrocarburos, por lo que el grupo no puede no prestar atención a los problemas ecológicos.

"Pero el BRICS podría cambiar la perspectiva y subrayar la importancia de la eficacia energética", opina el experto. Los países del bloque podrían incluso ampliar el enfoque y centrarse también en la cuestión de la eficacia en general y la utilización razonable de recursos para evitar "el carácter demagógico del calentamiento global" y ofrecerse como un centro de desarrollo de la eficacia, afirma el economista.
Redefinición de los balances financieros

La desigualdad entre Occidente y los BRICS en cuanto a las deudas y los créditos podría llevar a una inestabilidad comercial y económica en diferentes partes del mundo. Ambas partes deberían negociar el asunto y llegar a un acuerdo que garantice para los años venideros la transparencia en esta esfera, opina el experto. 

Un nuevo desarme global

Los países avanzados suelen acusar de corrupción a los países en vías de desarrollo. Pero la verdad es que "luchar contra la corrupción dentro de un país en el mundo globalizado es imposible", afirma el experto. 

Occidente participa en la corrupción cuando sus bancos legalizan ingresos de dudosa procedencia porque esto resulta beneficioso para su economía. 

Para luchar realmente contra la corrupción es necesario unir los esfuerzos de ambos grupos de países, y "los BRICS podrían tomar la iniciativa en este campo", concluye el economista. 


1 comentario:

Añade tu opinión sobre este artículo