Reclamo en las entrañas del monstruo

Por LUIS TOLEDO SANDE  Intensa y conmovedora fue la reunión que, celebrada en la noche del sábado en el templo episcopal Grace Place, de Chicago (avenida Dearborn 637), exigió la liberación de los luchadores antiterroristas cubanos que aún permanecen injustamente encarcelados en los Estados Unidos. Varios oradores de ese país, así como de Puerto Rico, Venezuela y Cuba mantuvieron en alto la emoción en el público que colmó la amplia sala.

También acudieron hijos e hijas de esos y de otros pueblos de nuestra América. Junto a paisanas y paisanos que residen en los Estados Unidos y mantienen el amor por su patria, a Cuba la representó una parte de las más de 120 personas que habían viajado desde ella hasta Chicago para participar en la conferencia primaveral de la Asociación de Estudios
Latinoamericanos (conocida por sus siglas en inglés: LASA).

Fueron constantes las expresiones de apoyo a la demanda, que se extendió al cese de la hostilidad contra Cuba de la potencia que económica, comercial y financieramente la bloquea hace más de medio siglo. La bandera cubana, una tela donde se leía “Obama: free the Cuban Five now!”, obras pictóricas de Antonio Guerrero y publicaciones significativas ambientaron el local.

Ante la imposibilidad de mencionar en poco espacio a todos los oradores y describir sus intervenciones —todas de interés, y algunas de ellas dirigidas en especial a exponer claramente la realidad de Cuba, tan difamada por el imperio y sus cómplices—, citemos como ejemplo a Gloria La Riva, de los Estados Unidos. Ella sobresale por su labor al frente de la coordinación, en su país, de la campaña para que la liberación de los Cinco —ya adelantada con la de René y Fernando, víctimas de condenas menos prolongadas— se complete con la de Gerardo, Antonio y Ramón.

Entre otros puntos relacionados con el tema, Gloria, ampliamente conocida y querida en Cuba, se refirió a la apelación contra los sucios procedimientos que sirvieron para aplicar injustas condenas a los luchadores antiterroristas. Al respecto denunció, una vez más, la lentitud o indiferencia culpable de las autoridades estadounidenses ante el recurso de habeas corpus que, solicitado hace más de año y medio, es indispensable en particular para hacer frente a las dos cadenas perpetuas con que sin fundamento alguno se condenó a Gerardo.

La activista mostró un grueso expediente que contiene pruebas incontestables de que en Miami, donde se hizo la farsa de juicio, hubo periodistas de distintos medios a quienes el gobierno les pagó para que fabricaran una atmósfera conveniente a lo amañado del proceso. Es el mismo gobierno, recordó, que mantiene libre, en su territorio, a Luis Posada Carriles y otros convictos de cruentos actos de terrorismo. En la cita se leyeron mensajes enviados por los patriotas presos.

Los grandes consorcios de la desinformación ¿dedicarán siquiera un mínimo espacio a comentar el acto en el cual numerosas personas expresaron un argumentado apoyo a la justicia y exigieron que esta no siga siendo violada?