En Rumania, más de 20.000 personas salieron el domingo a la calle contra la explotación de la mina de oro más grande de Europa por parte de una empresa canadiense.
Las calles de la capital de Rumania, Bucarest, estaban desbordadas de gente que instaba al Gobierno a retirar el proyecto de ley que facilita los planes de dicha compañía para abrir la mina de oro más grande de Europa, en una localidad de Transilvania.
Los manifestantes portaban pancartas donde se leía: “Queremos bosques, no cianuro” y “Un futuro sin cianuro”, refiriéndose así a los planes de la compañía canadiense Gabriel Resources, a través de su filial Rosia Montana Gold Corporation, en Rumania.
10.000 personas, en su mayoría jóvenes y familias, se concentraron unas horas en el centro de Bucarest y otras 10.000 realizaron protestas en la ciudad de Cluj, principal urbe de la región de Transilvania, lugar de ubicación del proyecto canadiense.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la gendarmería, dichas ciudades no fueron las únicas donde hubo manifestaciones: unas 850 personas se congregaron en Brasov, unas 1.000 en Iasi, 300 en Oradea, 300 en Timisoara, 200 en Craiova y varios cientos en Sibiu.
Desde hace 15 días, Rumanía es escenario de grandes protestas en contra del proyecto de ley del Gobierno rumano, adoptado a finales del pasado agosto, que facilita las expropiaciones para la explotación minera.
Por otra parte, el premier rumano, Victor Ponta, aseguró anteriormente que el Parlamento del país rechazaría dicho proyecto de ley aprobado por Bucarest, sin hacer referencia alguna a la fecha de la votación.
Gabriel Resources, la empresa canadiense, enfrenta duras críticas: muchos arqueólogos argumentan que la mina amenaza galerías mineras romanas únicas. La compañía, por su parte, advierte de que reclamará hasta 4.000 millones de dólares por daños y perjuicios en caso de paralizarse el proyecto.
Hispan TV
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