¿Es solución el reparto del trabajo?

Hace años que Julio Anguita suscribió como solución vital y suprema el reparto del trabajo. Es decir, el trabajo al ser un bien escaso había que repartirlo. Desde entonces, determinados grupos variopintos incluidos sindicatos de los denominados radicales vienen haciéndose eco de tal consigna, convirtiéndola en el eje central de su política.

Debemos decir que la idea del reparto del trabajo beneficia a los capitalistas, es más es lo que sin nombrarlo, alegan para salir de la crisis. Ellos dicen, ¡más vale trabajar tres horas, que no trabajar! Claro que existe una diferencia, o tal vez no. Los que reivindican esta medida, con el propósito de salvar su honra colocan la
coletilla, “con el mismo salario” o “sin bajar el salario”. En cambio, la patronal reparte el trabajo para sacarle tajadas, menos costos. ¿Qué hay más diferencias? Es posible, pero esa no es la verdadera discusión. ¿Acaso cuando el presidente de la CEOE pide al gobierno que los de contrato indefinidos pierdan determinados privilegios para que los parados y aquellos de contratos temporales, puedan avanzar, no está diciendo lo mismo, que no hay trabajo y se debe repartir el que existe?

El que pide el reparto de trabajo, es como consecuencia de que cree que hay poco trabajo y éste no se puede crear por ahora, entonces, se ha tragado el cuento de la crisis en el sentido que quiere el patrón, y ahí está la cuestión. Porque como siempre sucede y al igual que con la explicación del origen de la crisis, se oculta la raíz del problema. Si no hay trabajo será por algo. Por ejemplo, en Andalucía, hay miles de hectáreas sin cultivar y otras tantas dedicadas a la caza y al recreo de los terratenientes. La comercialización del producto suele estar bajo el dominio de monopolios extranjeros. Hay minas. Existe un parque industrial lleno máquinas pero sin trabajadores. Por tanto existen los elementos necesarios para crear y desarrollar el trabajo: medios de producción y fuerza de trabajo.

Quiere decir, que si no hay trabajo, es por culpa del sistema que permite la propiedad privada sobre dichos medios de producción y sus dueños los utilizan pensando en su conveniencia y no en pro de la sociedad.

Démosle vueltas al asunto y por más que las demos chocaremos con el mismo problema, cual es la propiedad privada sobre los medios de producción. Lo que quiere decir, que si el pueblo trabajador no expropia al burgués dichos medios de producción, no habrá solución al paro. Porque o se es dueño o no se es, y como se es, estos son los que mandan a la hora de concebir y distribuir el trabajo (en caso contrario dejarían de ser dueños).

Así pues, pedir que se reparta el trabajo, es rogar a quien produce y se beneficia del desempleo, que por favor, gane menos y le dé algo al obrero. Así es de simple. Se trata pues de aceptar el sistema de explotación y sus maldades, se trata de querer endulzarlo, se trata de renunciar a la lucha. Se trata de perpetuar el capitalismo. Y que no nos vengan con cuentos de que es un paso hacia adelante, pues se mal forma la conciencia del trabajador, lo desvía de lo que debe ser su verdadero objetivo: liberarse de la explotación, buscar la libertad y la igualdad.

Son estos argumentos juntos a otros, los que les da razón de existir al FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO. No engañamos a nadie, vamos por el cambio de sociedad. No engañamos a nadie, el reparto del trabajo es una mentira, no se puede dar, porque no está en manos del obrero, sino en la de su patrón, y éste se beneficia de ello.

EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, tras las experiencias aportadas por la aparición de sucesivos movimientos que no cuestionan el sistema capitalista y no han sido capaces de crear conciencia entre las masas, se propone primero organizar al pueblo, en barrios, pueblos, provincias, centros de trabajo, institutos y universidades pero a través de la concienciación de clase y se marca como objetivo la desaparición del sistema que se fundamenta en la explotación, en la represión, en el asesinato, en las guerras, para que unos cuantos vivan a costa del producto generado por las fuerzas productivas de la sociedad. Y no cejaremos en nuestro empeño.

UNETE AL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO (FUP)