El ministro de Exteriores del país andino ha declarado su intención de pedir a su homólogo británico, William Hague, un salvoconducto para que Assange pueda abandonar ese territorio.
Antes de dar inicio a sus conversaciones, Patiño y Assange han saludado desde la ventana de la legación a un centenar de personas que se había congregado en ese lugar con el fin de ofrecer su apoyo al activista australiano.
Este miércoles, 19 de junio, Assange cumplirá un año de mantener su condición de refugiado en la embajada del país suramericano en Londres, así que Patiño consideró “justo” visitarle para “saludarle y decirle que a pesar de las dificultades que tenemos para lograr que el Reino Unido acepte nuestro derecho soberano a ofrecerle el asilo, sostendremos nuestra posición y puede contar con Ecuador”.
Antes de abandonar Quito, la capital ecuatoriana, el canciller deseó que su visita coadyuve encontrar una solución, y que Londres reconozca el derecho de Assange de vivir en libertad.
Patiño se reunirá este lunes con su par británico y le presentará un documento que explica “no solamente por qué nosotros le damos el asilo sino por qué el Reino Unido tiene todas las facultades para conceder” un salvoconducto.
Desde el 19 de junio de 2012, Assange se halla en la embajada ecuatoriana en Londres, medida que ha tomado para no ser extraditado a Suecia, país que lo reclama por supuestas agresiones sexuales.
Assange teme que el país escandinavo fuera solo una escala antes de su entrega a EE.UU., donde podría ser condenado a pena de muerte o cadena perpetua por la difusión de 250 mil cables diplomáticos estadounidenses a través de Wikileaks, en los que se revelaban secretos y documentos confidenciales de las guerras de Irak y Afganistán, ambas lideradas por Washington.
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