Los misiles Patriot en la frontera turco-siria amenazan también a Irán, según el canciller ruso, Serguei Lavrov |
Israel era uno de los pocos elementos que faltaban para tensar aún más la complicada situación interna deSiria. De momento solo observa desde la ocupada zona del Golán, pero la recién iniciada construcción de otro muro segregacionista no ha pasado inadvertida para el universo árabe. La justificación descansa en el argumento cierto de que los contendientes sirios han tenido alguna que otra escaramuza muy cerca del lugar.
Las Alturas del Golán, usurpadas a Damasco por el Gobierno israelí en la conocida guerra de 1967, son motivo de rivalidad y puja entre las dos naciones. Estudios especializados
señalan a ese enclave como estratégico. Al margen de sus recursos acuíferos —esenciales para una zona donde escasea el agua—, resaltan por su significación político-militar, toda vez que media en el camino hacia Teherán. Y harto es conocido el discurso beligerante en contra de los persas.
Palestina en el trasfondo
Despachos noticiosos indican que esta valla de separación, dotada con la más moderna tecnología, recorrerá 56 kilómetros en la frontera de la zona desmilitarizada del Golán. El Times of Israel aclara la necesidad de ver lejos, en previsión del derrocamiento del Gobierno de Bashar al Assad y la sustitución de este por un cuerpo fundamentalista, tal vez la Hermandad musulmana, filiación ahora al frente de Egipto.
Resulta oportuno recalcar que una armonía con el escenario musulmán será siempre frágil, a partir del apoyo mayoritario hacia la causa palestina. La valla de “seguridad” israelí en los límites con Egipto ha costado 377 millones de dólares. Una bicoca cuando se trata de contener el trasiego de alimentos y otras ayudas hacia los territorios palestinos ocupados. A pesar de que en el caso sirio el argumento es diferente, el principio es el mismo: cercar a los árabes y dar la permanente impresión de amenaza, impulsora del armamentismo o eventuales invasiones.
Vigilante convivencia
El Ejército sirio se mantiene en sus posiciones, alerta en aras de evitar cualquier provocación, pretexto para una avalancha sionista. A mediados de diciembre último, el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó la presencia en zonas limítrofes de efectivos militares de Damasco y de miembros armados de la oposición, pues, se advierte, fundamentadamente, la posibilidad del aumento de las habituales tensiones. Con peligro local intenso. Tras lo cual se solicitó la renovación de la Fuerza de la ONU de Observación de la Separación (Fnuos), un destacamento de mil hombres, integrado por militares de Austria, Croacia, Filipinas, la India y Japón.
Similar tirantez se vive en la frontera sirio-turca. El primer ministro Recep Tayyip Erdogan, destaca Prensa Latina, continúa con sus juegos de guerra contra Siria. En visita, este 3 de enero, a un campo de refugiados en la frontera, respaldó a los opositores, a quienes anunció la creación de una oficina de enlace con el llamado Ejército Libre Sirio. Ya el 9 de diciembre de 2012, en la ciudad turca de Natalya, “unos 500 comandantes rebeldes” se reunieron para rediseñar su estrategia desestabilizadora. Pueden permitírselo dado el espaldarazo de Washington. El Imperio envió 400 soldados, operarios de dos baterías de misiles Patriot, “imprescindibles frente a las potenciales amenazas de Siria”, dijo George Little, portavoz del Pentágono.
Todavía es prematuro vaticinar qué rumbo tomará Turquía, pues depende del suministro energético de Irán y Rusia, abiertamente opuestas a la intervención, y piezas clave en las presiones diplomáticas a favor del diálogo, sin por ello atarse de manos en lo militar si fuera necesario. Eso, como perspectiva; la actualidad le exige a Siria tener también abiertos sus ojos en las fronteras.
Por: MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA (Bohemia)