España superó en octubre pasado la barrera de los seis millones de desempleados y su tasa de paro llega ya al 26,2 por ciento de la población activa, el máximo histórico desde que se tienen registros estadísticos del paro.
Así lo confirman las cifras de la encuesta comunitaria de fuerza laboral que maneja la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat), que aseguran que en España había hace apenas tres meses casi 300.000 desocupados más de los que calcula la encuesta de población activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el tercer trimestre del año. Son 1,13 millones más de los inscritos en los registros de las oficinas públicas de empleo a 31 de diciembre del 2012.
En noviembre, la tasa de desempleo en España subió al 26,6 por ciento, cuatro décimas más que en octubre, y constituye la cifra más alta de los Veintisiete. El desempleo en la zona del euro aumentó una décima respecto al mes anterior y se situó en el 11,8 por ciento, mientras que en el conjunto de la Unión Europea se mantuvo estable en el 10,7 por ciento, según ha confirmado esta mañana Eurostat.
Los datos de Eurostat tienen carácter mensual y se basan en las mismas fuentes estadísticas que la EPA, que se publica trimestralmente a partir de un macrosondeo telefónico. Pero, a diferencia del INE, el instituto comunitario cocina sus cifras aplicando criterios correctores que le permiten homologar las referencias de los veintisiete países de la Unión Europea. Y aunque últimamente sus resultados suelen ser más pesimistas para España que los que arrojan los propios informes nacionales, lo cierto es que las tendencias que recoge Eurostat casi siempre adelantan el comportamiento del mercado laboral que luego refleja el INE.