miércoles, 6 de enero de 2016

El Pentágono revela abusos sexuales masivos a hijos de militares dentro del Ejército

Cada año, cientos de hijos de militares estadounidenses son víctimas de abusos sexuales, según datos del Departamento de Defensa norteamericano.

Las cifras arrojan más luz sobre el abuso sexual a menores cometidos por militares, un problema de dimensiones inciertas, dada la falta de transparencia en los procesos legales militares.

Entre los años fiscales de 2010 y 2014 se produjeron al menos mil 584 casos documentados de abusos sexuales contra personas dependientes de las Fuerzas Armadas, según los datos. Los niños sufrieron agresiones sexuales de militares en 840 casos. Los
familiares de las víctimas supusieron la segunda categoría más grande, con 332 casos.

La mayoría de los agresores enumerados fueron varones con rangos entre el E-4 y el E-6. Por ejemplo, en la Infantería de Marina y el Ejército de Tierra, esos rangos equivalen a cabos, sargentos y sargentos de primera. En 49 de los casos había oficiales implicados. Las víctimas, en la inmensa mayoría de los casos, eran niñas.

Las edades de agresores y víctimas, los lugares donde se produjeron los incidentes y la rama del Ejército que recibió la denuncia de abusos han quedado omitidos de los documentos. El Departamento de Defensa ha precisado, a través de un comunicado, que “se ha evitado publicar la información que pudiera, de forma intencionada, identificar a las víctimas para eliminar una posible ‘re-victimización’ de los inocentes”.

No está claro tampoco cuántos de los incidentes han derivado en acciones legales. Los señalamientos representan casos documentados de abusos sexuales denunciados al programa de Defensa de la Familia del Departamento de Defensa, que no monitorea procesos judiciales, según ha informado este último.

Una investigación de AP publicada en noviembre determinó que hay más reos en las prisiones militares por delitos de abusos sexuales contra menores que por ningún otro delito, pero el opaco sistema de justicia militar impide que la población conozca el alcance de sus delitos o cuánto tiempo pasan entre rejas.

En respuesta a los hallazgos de AP, tres senadoras demócratas instaron al secretario de Defensa, Ashton Carter, a levantar lo que describieron como la “capa de secretismo” que cubre el sistema de justicia militar, y a hacer accesibles los registros de juicios por delitos sexuales.

Las senadoras también expresaron otra preocupación. Los casos que afectan a menores no se incluyen en el informe anual del Departamento de Defensa sobre agresiones sexuales, que se centra principalmente en incidentes entre adultos, informaron. Las senadoras —Barbara Boxer de California, Kirsten Gillibrand de Nueva York y Mazie Hirono de Hawaii— dijeron a Carter en una carta el 8 de diciembre que les preocupa que el Departamento esté minusvalorando la cantidad de agresiones sexuales registradas en el Ejército.

Kathy Robertson, directora del programa de Defensa de la Familia, dijo en un correo electrónico que esa proporción refleja la demografía del Ejército estadounidense. La mayoría de los casos incluyen personas de rangos E-4 y E-6 porque son el grupo más numerosos de personal en activo y la mayor parte de los militares con hijos, informó.

El hecho de que algunos datos se repitan indica que podría haber hasta 160 casos adicionales de abusos sexuales entre 2010 y 2014, ya fuera por menores que sufrieron agresiones reiteradas o por personas que reincidieron en las agresiones. Las cifras sólo incluyen los casos que afectaban a personas dependientes del ejército, que son las únicas víctimas menores documentadas por el departamento.

tmv/mla/nal

1 comentario:

  1. Vaya ralea esos yanquis. Y el caso es que tienen lameculos comparsas por todo el planeta, fungiendo incluso como altos dignatarios, no dudo que igual de degenerados que ellos. Y como otro caso tenemos una humanidad que no se decide a poner coto y fin a estos fulanos, lo que dice muy poco de su calidad humanística. (Dejan tranquilamente de amos a esos degenerados a cambio de un poco de pan y mucho circo, sin importar lo nauseabundo que éste sea. Si El Quijote les parece triste figura, a mí me lo parece mucho más esta triste humanidad.)

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