martes, 15 de septiembre de 2015

El golpista Leopoldo López y sus cómplices políticos españoles

Por Aday Quesada.-   Leopoldo López, el violento activista político  venezolano, ha sido condenado a 14 años de prisión tras haberse probado que fue promotor de las muertes acaecidas durante las llamadas “guarimbas”, que asolaron a Venezuela  en el curso de los primeros meses del 2014.

Ni que decir tiene que los políticos adscritos al sistema institucional monárquico español no han desaprovechado la ocasión para unirse a la gran campaña mediática internacional contra el gobierno venezolano.  Felipe González,  el hombre que se atrevió a poner al servicio de su Gobierno a grupos terroristas parapoliciales para acabar con la vida de sus enemigos políticos, ha dicho que
 “nadie puede llamarse a engaño con Venezuela. Ese país se ha convertido en una dictadura ‘de facto’.

Sin embargo, el ex presidente González Márquez, que ocupaba la presidencia del Gobierno español  el año en el que tuvo lugar en la nación latinoamericana una durísima represión durante las jornadas conocidas como “El Caracazo”, jamás transmitió una protesta en contra  del Ejecutivo de su amigo y homólogo socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela y autor de una de las mayores masacres conocidas en la historia de ese país. Varios centenares  de personas perdieron la vida en el curso de aquellos acontecimientos, sin que el presidente González clamara por los derechos humanos de las víctimas.

     Pedro Sánchez, el candidato socialdemócrata a la presidencia del país,  ha escrito en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “todo mi apoyo a Leopoldo López, su mujer Lilian y toda su familia. Libertad. Libertad. Libertad”. En declaraciones posteriores a la prensa añadió que “en Venezuela se están destruyendo las libertades democráticas”.

       Esperanza Aguirre, la presidenta del Partido Popular en la comunidad de Madrid, aseguró que la sentencia  contra el activista violento Leopoldo López demuestra que “Nicolás Maduro  es un tirano”. Aguirre añadió que se trata de un atentado contra los derechos humanos y una“persecución política al discrepante”.

Pero el pronunciamiento más repugnante e hipócrita de entre todos los transmitidos por los políticos institucionales españoles fue el del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias . “Lo hemos dicho siempre – dijo a los medios informativos el dirigente político “radical” . “A nosotros no nos gusta, venga de quien venga, que se condene a alguien por hacer política. Nos parece que en política las diferencias se tienen que resolver a través de procesos electorales”. Y añadió: “La crispación en Venezuela ha tenido consecuencias espantosas, que tienen que ver con que se pueda encarcelar a alguien por hacer política o que se hayan podido alentar golpes de Estado “.

Pero,  ¿realmente  Leopoldo López es víctima de la persecución de un Estado totalitario que persigue a sus enemigos políticos? ¿Se ha encarcelado a López “por hacer política”?, como dice Iglesias.

Si algo ha quedado muy claro a lo largo del proceso contra el golpista venezolano Leopoldo López, es la vetustez e ineficiencia del aparato judicial venezolano.  Sin embargo, no sólo ha sido la Justicia la que no ha sufrido cambio alguno en el esperanzador proceso político de Venezuela. Otros muchos aspectos de la vida económica y social venezolana tampoco se han visto afectados por  los efectos de la revolución bolivariana.

Cuando se conoce a través de testimonios documentales y videográficos la trayectoria política seguida por Leopoldo López, inevitablemente uno se pregunta cómo ha sido posible que un individuo de su catadura, que participó de manera tan protagónica en el golpe de Estado del año 2002 contra el presidente Chávez y, posteriormente, organizó las  “guarimbas” que  ocasionaronmás de medio centenar de  víctimas mortales y lograron paralizar  la vida del país, pudo permanecer a lo largo de casi tres lustros en libertad, sin que ninguna autoridad judicial procediera a iniciar su procesamiento.

¿QUIÉN ES REALMENTE LEOPOLDO LÓPEZ?

Aunque  López  es un hombre relativamente joven, no es nuevo, sin embargo, en la actividad política. Desde que tenía alrededor de 20 años se inició en esa actividad, formando parte de los grupos ultraderechistas que desde los primeros gobiernos bolivarianos se opusieron violentamente con  acciones callejeras a la presidencia de Chávez.

Según un relato del periodista canadiense Jean-Guy Allard, López inició su formación intelectual en los Estados Unidos, años antes de que Hugo Chávez ganara sus primeras elecciones.

Gracias a su pertenencia a una de las familias más acaudaladas de Venezuela,  Leopoldo López se pudo permitir el lujo de ir  a estudiar a los Estados Unidos. Se matriculó en la “Kennedy School of Government”, de la privilegiada Universidad estadounidense de Harvard. 

Durante su permanencia en esa  Universidad norteamericana, Leopoldo López trabó relación con el famoso general  David Petraeus, ex jefe de la CIA y muy próximo al presidente  Obama. Según mantiene Guy Allard, López tuvo también la oportunidad de conocer personalmente a Paula Broadwell, académica especialista en contrainsurgencia y análisis geopolítico de la inteligencia militar estadounidense. Las relaciones políticas que Leopoldo López  mantuvo durante su permanencia en los Estados Unidos podían haber  adolecido de todo menos de inocuidad. Constituyó una etapa de intenso aprendizaje en las lides del adoctrinamiento político e ideológico pronorteamericano.

Se sabe que a su regreso a Venezuela, el joven Leopoldo  estableció una estrecha conexión con el Instituto del Partido Republicano de EE.UU. (International Republican Institute), que  según el periodista canadiense le prestó todo su apoyo financiero y también estratégico.

A partir del año 2002,  la actividad política y conspirativa de López se intensifica vertiginosamente. Durante los primeros meses de ese año, cuenta Guy Allard, realizó frecuentes viajes a Washington. Solía vérsele en la sede del Partido Republicano, y acudía a encuentros con funcionarios del gobierno de George Bush.

Pero durante aquellas fechas López  alcanzó el cénit en su vehemente actividad política coincidiendo con la fecha en la que se produjo el golpe de Estado que pretendió derrocar al presidenteHugo Chávez. En abril de ese mismo año, Leopoldo encabezó la marcha de la oposición hacia elPalacio de Miraflores, residencia oficial del presidente, que terminaría ocasionando la muerte de decenas de personas.

Cuando él y los conspiradores antichavistas creyeron que con el secuestro de Chávez la asonada había triunfado definitivamente,  López se enroló en el intento de linchamiento del entonces ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín.  (Ver primer vídeo adjunto).

La causa judicial que se abrió contra él por su violenta participación  en la tentativa de acabar con la vida del ministro sería sobreseída posteriormente, gracias a una amnistía general promulgada en  2007 por el presidente Chávez.

INHABILITADO POR CORRUPCIÓN

Pero las andanzas de López no se limitaron a las actividades conspirativas o violentas en contra de un gobierno legítimamente constituido por la decisión democrática del pueblo venezolano. En el 2008, Leopoldo López fue inhabilitado  por la Contraloría General, por un caso de “conflicto de intereses”. En 1999, siendo asesor de la estatal de “Petróleos de Venezuela”, justo cuando su madre, Antonieta Mendoza, era Directora de Asuntos Públicos de la empresa, recibió una importante subvención para la organización política que había creado.

En 2011, la Contraloría lo inhabilitó nuevamente por tres años, hasta 2014, por el desvío de recursos públicos, siendo  alcalde de Chacao (2000-2008).

SU RELACIÓN CON EL EX PRESIDENTE URIBE

En el año 2011, Leopoldo López estableció una serie de   nexos de unión con el ex mandatario ultraderechista colombiano Álvaro Uribe. A partir de entonces,  empezó a viajar con  frecuencia  a Colombia, donde se reunía  con el ex presidente del país vecino.

Como es sabido, Uribe ha sido vinculado no sólo con los grupos paramilitares que han provocado miles de asesinatos en Colombia, sino  también con el desaparecido capo de la droga Pablo Escobar Gaviria. Uribe ha sido acusado, igualmente, de ordenar cientos de desapariciones forzosasmientras presidió el gobierno colombiano.


LAS “GUARIMBAS”

Desde los primeros  meses del año 2014, Leopoldo López, consciente de las dificultades existentes para acabar con el gobierno bolivariano, inició un violentísimo periplo de agitación callejera, con el claro objetivo de  romper  el orden constitucional establecido, incitando a la  acción violenta y demandando la salida del presidente Nicolás Maduro por una vía  no democrática.

Sus llamamientos a la violencia culminaron con la organización de diversos focos de insurrección en varias ciudades venezolanas. A tales núcleos violentos se les denominó  “guarimbas”. A través de ellas, la oposición burguesa pudo establecer en Venezuela durante varias semanas un imperio de terror.

En el curso de los meses en los que se desarrollaron las “guarimbas” murieron  alrededor de medio centenar de personas. Los “guarimberos” procedieron al asesinato indiscriminado, cercando barrios y urbanizaciones enteras en diferentes ciudades del país. La vida social y económica de Venezuela estuvo a punto de colapsar.

       Leopoldo López, sin embargo, no ha sido juzgado y condenado por esos hechos, sino  por su instigación pública al asalto e incendio de la  sede del Ministerio Público y de quienes allí se encontraban en  el momento que instó a sus correligionarios a su allanamiento y destrucción.

Resumen Latinoamericano

2 comentarios:

  1. Está clarísimo: el sujeto López es un dirigente en Venezuela de los gamberros y mercenarios que -al estilo Ejército Islámico- empieza a actuar con descaro en América Latina para derrocar gobiernos legítimos y democráticos en países claves para el imperialismo y así apoderarse de sus riquezas naturales. Es el mismo proceder de los marchistas en Ecuador, de la conspiración de la "medialuna boliviana", de las guarimbas venezolanas, y en menor escala de la asonada del lumpen limeño contra la alcaldesa progresista Susana Villarán.

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  2. Esta mas claro aun que, el tipo es un asesino en potencia y como tal debió ser juzgado como un delincuente común y no político, tiene entrenamiento y malas intenciones, condiciones suficientes para un juicio de ese tipo. A quien no le importa hacer daño pues, hay que castigar, lo que quiere decir que a mi juicio merece una condena mayor, cadena perpetua y dos semanas mas para entienda el dolor de esas personas que perdieron sus familiares por su culpa

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