domingo, 26 de julio de 2015

La prohibición definitiva del Partido Comunista de Ucrania

Ucrania ha prohibido a los comunistas, bajo la espada de Damocles desde Maidan, participar en la vida política, especialmente en las elecciones presidenciales y locales. La intención del KPU de presentar una candidatura para las elecciones de octubre solo parece una bravuconería. Europa, a la que tratan de acercarse con tanta fuerza las autoridades ucranianas, tiene una actitud completamente diferente hacia los partidos comunistas.

Se ha prohibido al Partido Comunista de Ucrania (KPU) participar en actividades políticas. Así lo anunció el viernes el presidente de Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania Alexander Turchinov en referencia a la decisión del Ministerio de Justicia. “El Ministerio de Justicia ha firmado la decisión, según la cual el Partico Comunista se ve desprovisto del derecho a participar en procesos políticos y electorales”, declaró Turchinov.

El Ministerio de Justicia confirmó “la ratificación de tres órdenes legales que reconocen que las actividades del Partido Comunista de Ucrania no cumplen con las exigencias de la ley de descomunización”. “La consecuencia legal es que esta formación política y otros dos partidos comunistas no podrán participar en procesos electorales, presidenciales o locales”, afirmó el ministro de Justicia Pavel Petrenko, según cita RIA Novosti.”La Comisión Electoral Central y las comisiones electorales locales están obligadas a aceptar esta decisión e impedir la presentación de candidaturas a representantes nominados por estas formaciones políticas. Por el momento continúan con el estatus de personas jurídicas hasta que los tribunales cancelen sus candidaturas. Es un aspecto técnico”, afirmó el ministro ucraniano.

En Ucrania hay tres partidos comunistas: el Partido Comunista, el Partido Comunista de Ucrania (renovado) y el Partido Comunista de Obreros y Campesinos.


“Cobardes políticos y ladrones”

La reacción de los comunistas ucranianos no se ha hecho esperar. Pese a la prohibición, el Partido Comunista pretende participar en las elecciones locales del 25 de octubre, según ha anunciado el presidente del Partido Comunista Petro Simonenko. El líder comunista afirmó no tener clara la forma en la que el partido participará en las elecciones, ya que no ha podido leer la ley sobre las elecciones locales.

Simonenko calificó la decisión del Ministerio de Justicia como una decisión de “cobardes políticos y ladrones”. “Para nosotros no es algo sorprendente. Es una violación de las normas democráticas, un pisotón a los valores europeos”, declaró el líder del Partido Comunista según cita Interfax”. “Es una forma de corrupción, charlatanería e inmoralidad política. Es un intento de establecer una dictadura política, autoritarismo y el control porque no quieren permitir que existan otras fuerzas políticas”.

El líder del Partido Comunista también recodó que, al firmar esa orden, el Ministro de Justicia ha privado a los ciudadanos ucranianos de una alternativa política. “Por supuesto, en estos momentos es necesario callar a los ciudadanos de Ucrania y evitar que puedan elegir ideas del Partido Comunista o de la izquierda”, afirmó.

En declaraciones al medio ucraniano Korrespondent.net, Petro Simonenko afirmó que la adopción de dicha ley se justifica “porque el Partido Comunista está consiguiendo aumentar su credibilidad”.

Una alternativa

En principio, los comunistas tienen una oportunidad de evitar la prohibición y participar en las elecciones, aclaró el exdiputado de la Rada Suprema por el Partido Comunista Alexander Golub (miembro del partido entre 1993 y 2014 y ex-editor jefe de “Comunista”, medio impreso oficial del Partido Comunista). En declaraciones a Vzglyad, Golub dejó entrever que una serie de comunistas se presentarán como independientes en las principales circunscripciones. “Pero este enfoque acarrea ideas equivocadas”, dijo. “La sociedad no necesita ahora un representante de una ideología concreta sino una fuerza política que pueda ofrecer una salida real a la crisis. En este sentido, estas tácticas no solucionan nada”.

Golub opina que el partido debe reunir a un grupo de abogados y políticos que lideren al Partido Comunista “para conseguir, utilizando también a las cortes internacionales, la abolición de estas decisiones vergonzosas e inconstitucionales”. “El partido debe encontrar una forma de crear una estructura política que defienda las posturas de la izquierda para poder luchar por influir en el gobierno, pero entiendo que un proyecto así requeriría nuevas caras, no aquellas que dirigían el Partido Comunista de Ucrania”, dijo Alexander Golub.

Descomunización en Kiev

Sobre la actuación del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional y el Ministerio de Justicia, Golub insiste en que la “forma de estado neo-nazi” que es ahora Ucrania “es un paso histórico perfectamente lógico”. “Lo primero que hace este tipo de regímenes es acabar con el Partido Comunista. Estaba claro desde el principio que se iba a dar este paso. El partido debía desarrollar una estrategia y una táctica para estas condiciones. Estamos al tanto de que esto puede complicar las actividades del partido, pero a pesar de esta decisión, es imposible prohibir a las personas que piensen y que sean comunistas”, dijo Golub, convencido de que el Partido Comunista encontrará la forma de trabajar y ser “más moderno y adecuado para los retos actuales”.

Tras el golpe de estado y en el marco de la lucha contra el pasado soviético se llevan desmantelando y destruyendo monumentos durante más de un año. Los radicales comenzaron a destruir monumentos de Lenin en diciembre de 2013.

El 15 de mayo de 2015, el presidente Petro Poroshenko firmó la ley de descomunización, que prohíbe símbolos soviéticos, condena el régimen comunista y elimina el término Gran Guerra Patria, que solo puede llamarse Segunda Guerra Mundial. Además, la ley reconoce a los miembros de UPA como luchadores por la libertad del país. A partir de ese momento, se dio a las formaciones políticas un mes para cambiar sus estatutos según la nueva ley. El Partido Comunista de Ucrania, en cambio, optó por no variar su nombre ni su programa tal y como exigía el documento.

En junio, a petición del primer ministro Arseniy Yatseniuk, se creó una comisión especial para considerar si esos tres partidos políticos cumplían con las normas exigidas por la ley de descomunización. En paralelo, ya en enero de 2014, los consejos regionales de Ivano-Frankivsk y Ternopil aprobaron prohibir las actividades del Partido de las Regiones, entonces en el poder, el Partido Comunista de Ucrania.
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“La necesidad de una izquierda fuerte en Ucrania”

Según el profesor de Relaciones Internacionales y experto en países del CIS Kirill Koktysh, la decisión de las autoridades ucranianas de prohibir el Partido Comunista responde a que el país necesita una izquierda fuerte y, probablemente, podría ganar fuerza.

“De hecho, tras esta decisión, solo quedan en Ucrania partidos y movimientos de derechas. En realidad, se trata de un proceso artificial para acercar a la población a la ideología de la derecha. El significado de estos actos es simple: ahora los ciudadanos de Ucrania solo podrán elegir entre los partidos de ideología de derecha y la izquierda quedará sin representación en la escena política”, dijo el analista, convencido de que se trata de un intento de las autoridades de Kiev de reconfigurar la escena política para demonizar a la izquierda.

“Es evidente que la Ucrania de hoy necesita una izquierda fuerte. Como los comunistas podrían convertirse en una alternativa real, se ha creado una vía nada democrática de evitar su participación en elecciones y procesos políticos en general”, afirmó Kiriil Koktysh.

El analista predice que la Unión Europea tratará de no ver la decisión de Kiev; Estados Unidos no criticará a Ucrania y China, como es habitual, no comentará nada sobre los procesos políticos internos de otros estados. Aun así, China, donde el Partido Comunista continúa en el poder y como la fuerza principal, no puede dejar condenar –al menos de forma retórica– la campaña anticomunista de las autoridades de Kiev.

Así que el embajador de China en Rusia, Li Hui, declaró que “Las leyes aprobadas por la Rada Suprema han llamado la atención de China, que también tiene en cuenta que el Partido Comunista ruso ha expresado su preocupación por este tema”.

¿Según el modelo europeo?

Ucrania no es el único país post-soviético en prohibir oficialmente el partido y la ideología comunista. Los partidos comunistas están prohibidos en Lituania, Letonia y Estonia y, lo que es menos conocido, también en Uzbekistán y Turkmenistán.

A pesar de su declarada orientación hacia Europa, las autoridades de Kiev han evitado ver que la gran mayoría de países de la Unión Europea participan con normalidad y dentro de la legalidad, no solo partidos comunistas, socialistas y socialdemócratas, sino también seguidores ortodoxos de Marx, Engels, Trotsky, Mao o el Che Guevara. Los ejemplos más conocidos son los del Partido Comunista Francés (PCF), con representación en el senado y el parlamento europeo, o el Partido Comunista de Grecia (KKE), que desde su grupo parlamentario, ha criticado a eurocomunistas y otras fuerzas de izquierda de Syriza por llegar a un acuerdo con “los tiburones del capital financiero”.

En los estados Bálticos, el Partido Comunista sucesor de los partidos comunistas de las repúblicas de la Unión fueron prohibidos inmediatamente tras el colapso de la URSS en 1991-1992. En Uzbekistán y Turkmenistán, los nuevos partidos comunistas fueron prohibidos nada más reconstituirse en 1994 y 1998 respectivamente.

La unión de los partidos comunistas de la antigua Unión Soviética (PCUS) continúa operando en los países bálticos, Uzbekistán y Turkmenistán, aunque de forma ilegal.

El Partido Comunista de Kazajistán se encuentra en un estado intermedio. En octubre de 2011, la corte administrativa del distrito de Almaty suspendió las actividades del partido durante seis meses por su participación en un movimiento de oposición popular. En abril de 2012, la prohibición se prorrogó otros seis meses. Los Comunistas Kazajos siguen siendo legales, al igual que lo es el Partido Comunista Unificado de Georgia (EKPG). En el año 2001, Mijail Saakashvili, entonces Ministro de Justicia, trató de prohibir en EKPG porque a su entender “violaba la Constitución y llamaba a derrocar a las autoridades legítimas”, pero el Parlamento de Georgia rechazó la propuesta.

En general, en la mayor parte de estados post-soviéticos, los comunistas no solo son legales sino que han tenido representación parlamentaria. Ahora mismo, tienen representación en Rusia, Bielorrusia, Moldavia y Tayikistán.

La prohibición de símbolos soviéticos tampoco es del estilo de Europa occidental sino báltico. “Letonia, que en 1991 prohibió el uso de símbolos nazis y soviéticos en actos públicos, es pionera. Existen excepciones: la prohibición no se aplica a actos de entretenimiento, festivos o eventos deportivos”. Las prohibiciones aumentaron en abril de 2013. Tras Letonia, los otros dos estados Bálticos –Estonia en 2007 y Lituania en 2008– introdujeron la prohibición de símbolos soviéticos.

Los siguientes países en prohibir la simbología soviética, igual que la nazi, fueron Polonia y Moldavia. También hay que destacar Georgia, que no solo prohibió los símbolos soviéticos, sino que renombró todas las ciudades, calles y otros lugares con nombres asociados a la Unión Soviética. Aun así, Polonia y Georgia siguen manteniendo un partido comunista y Moldavia, con el Partido de los Comunistas de Moldavia, es el único estado post-soviético en el que los comunistas han llegado al poder (2001-2009).

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