lunes, 20 de julio de 2015

El socialismo es la única salida

Hace un par de semanas,  toda la pléyade de oportunistas del estado español alababan a Alexis Tsipras y a Syriza por ‘plantar’ cara a la Troika y a la Unión Europea, por enarbolar la bandera de la ‘democracia’  como hechos que anunciaban que “otra Europa es posible”. El oportunismo de IU y PODEMOS, enarbolando la bandera de la socialdemocracia, coreaban que el NO griego significaba el fin de la austeridad, el triunfo de la democracia y  todos ellos peleaban por ver a quién saludaba con más efusividad  a Tsipras.

La cumbre del EURO de 12 de julio, aparte de mostrar la faz criminal, tanto de los imperialistas como de sus ejecutores,  demostró la vigencia del Marxismo-Leninismo, por más que los oportunistas y la clase social a la que sirven lo repudien, constatándose la caracterización del imperialismo realizada de manera magistral por Lenin y mostrándose, a las claras,  que bajo el imperialismo la única democracia existente – esa a la que invocan los oportunistas - es la de la fuerza y la del sometimiento de los pueblos por
parte de los monopolios, siendo los estados capitalistas y demás estructuras  supranacionales instrumentos al servicio de estos,  de los intereses de la burguesía.

Syriza ha traicionado al pueblo griego y se ha puesto abiertamente de parte de los oligarcas, aunque siempre estuvo de parte de estos,  pues siempre ha defendido la permanencia de Grecia en la UE.  Tsipras  no solo debe  tragarse a la Troika,  sino que no ha dudado en firmar una brutal agresión contra su pueblo, sometiéndolo de manera vergonzante a las imposiciones de los gestores lacayunos de la burguesía alemana y francesa, siendo tal la humillación y la traición que, previo al desembolso del nuevo rescate, debía realizar antes del 15 de julio una subida del IVA, un recorte en las pensiones y elevar la edad de jubilación, acatar  a rajatabla el Plan de Estabilidad y la Gobernanza Europea y, antes del 22 de julio, debe optimizar las leyes y la  judicatura para una mayor impunidad  y rentabilidad de los monopolios, así como la trasposición de la Directiva sobre reestructuración y resolución bancaria, tutelado por la Comisión Europea. Además,  como no puede ser de otra manera, los imperialistas de la UE han fijado la agenda política del gobierno griego forzándolo a adoptar, entre otras medidas,  la realización de un fondo estimado en 50.000 millones de euros  de tal modo que, por un lado, sirva para recapitalizar los bancos  y,  por el otro, privatizar todo lo habido y por haber, empezando por los mercados de la energía.

La humillación contra Grecia –rubricada por el oportunista Tsipras y yendo en contra de lo votado por éste una semana antes- y la derrota política sin paliativos infringida contra el pueblo impone las bases del expolio para el reparto del botín griego en favor de los monopolios europeos. Los imperialistas envían así un mensaje de invencibilidad y fortaleza máxima a todos aquellos pueblos que osen cuestionar, que ni tan siquiera confrontar,  sus políticas antiobreras y criminales. 

Mientras la contradicción fundamental que rige en el mundo actual es la pugna entre el imperialismo – aspiración máxima de los monopolios – y el socialismo – aspiración máxima de los obreros – como se certifica en la Declaración de la Cumbre del Euro de 12 de julio de 2015, o en las políticas impuestas por la Troika a la misma Grecia, donde la soberanía nacional es una entelequia, o en Portugal o España, donde se han realizado  las mismas políticas de agresión contra los trabajadores y de redistribución de la riqueza a favor de los monopolios;  el oportunismo, cuya versión más acabada en el estado español es PODEMOS, ubica  la contradicción en que “Hoy en Europa hay dos campos enfrentados: la austeridad y la democracia, el gobierno del pueblo o el gobierno de los mercados y sus poderes no elegidos. Nosotros estamos con la democracia”. Mediante la democracia burguesa, los imperialistas están desarrollando todas estas políticas contrarias a los trabajadores,  los monopolios imponen su dictado y la explotación se agudiza, al igual que se exacerba la desigualdad y se acrecienta la violencia y la guerra.  El gobierno de Tsipras fue elegido por el Pueblo griego, que a su vez votó en contra del memorándum de la UE y, sin embargo, dicho gobierno en menos de una semana ha hecho lo contrario de lo que votó el Pueblo, vendiéndose y plegándose a la UE.  La austeridad,  mejor dicho la redistribución de la riqueza a favor de los monopolios, es obra de la democracia burguesa,  y dicha política antipopular se abre camino y se satisface para ella sin necesidad de un golpe de estado, ni de cambiar el sistema democrático-burgués, aunque falsamente los oportunistas de IU y PODEMOS reiteren la idea falsa de la contradicción entre austeridad contra la democracia o la hipótesis del golpe de estado en Grecia.  Los hechos demuestran que la burguesía no debe cambiar nada para conseguir sus objetivos,   máxime , tal y como señalaba Lenin,  cuando la democracia burguesa “es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo” en tanto “cimenta su poder de un modo tan seguro, tan firme, que no lo conmueve ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partidos, dentro de la república democrática burguesa”, como los hechos, y la historia, han ido inexorablemente verificando.

Los dirigentes podemistas, como Errejón o Iglesias, han dado apoyo explícito a esta traición del Parlamento griego, con Syriza a la cabeza, contra su pueblo y este atentado contra los trabajadores,  justificando que “es tristemente lo único que podían hacer”, coincidiendo plenamente con las tesis de Rajoy, Merkel, Hollande y demás siervos de los monopolios. Pablo Iglesias ha expresado que “lo que ha ocurrido en Grecia es la verdad del poder (…) si se articula una suerte de nuevos gobiernos en Europa con políticas keynesianas, si conseguimos doblar el brazo a los socialdemócratas y que cambien de bando habrá una posibilidad. Y, si no, vendrá Marine Le Pen (…)”, dejando en evidencia que para ellos, en la práctica, únicamente puede haber capitalismo y dictadura de la burguesía, ya sea en su cara fascista o en su cara democrático-burguesa, siendo esta última forma de gobierno  la  máxima aspiración a la que, según esta figura del oportunismo político, la humanidad puede alcanzar.

En definitiva, se constata que PODEMOS, Syriza y demás creaciones oportunistas estimuladas y desarrolladas por la burguesía están en las tesis del neocon estadounidense Fukuyama de que  se alcanzó el final de la historia, no habiendo alternativa alguna al capitalismo, que ha vencido al igual que el ideario occidental, el triunfo definitivo del estado capitalista,  no pudiendo ser viable cualquier cosa que no sea el capitalismo,  no cabiendo otra ideología que no sea la burguesa, es el fin de las ideologías, es el fin de la historia. Esa es la esencia ideológica que manifiestan los nuevos oportunistas – se vistan con ropaje de Podemos, Syriza o de cualquier engendro que quiera constituir IU para obtener algún voto – con idéntica indumentaria ideológica que lucen  los reaccionarios que ejecutan las directrices de los monopolios con puño de acero, entre los que tenemos que incluir a Tsipras, oráculo del oportunismo europeo y que en la práctica ha tenido un comportamiento idéntico a Papademos en lo esencial, que no es otra cosa que ejecutar la política de la oligarquía y sus monopolios.      

El oportunismo es la alianza entre una minoría de trabajadores y la burguesía para arremeter contra la masa proletaria; de hecho a la par que se desarrolla el imperialismo, se empobrecen cada vez más a las masas proletarias y los monopolios se robustecen pasando por encima de las vidas de miles de millones de obreros. La burguesía fortalece a sus aliados oportunistas para que éstos degeneren el pensamiento de la masa trabajadora, arrojándoles ilusorios proyectos de regeneración y gestión ‘más humana’ del sistema capitalista, desviando a los trabajadores de la senda revolucionaria, del marxismo-leninismo y de su Partido, de lanzar al estercolero de la historia al capitalismo y construir el socialismo. El oportunismo es una vía de comunicación directa de los monopolios con los explotados, es la interfaz  - compuesta por determinados elementos de la pequeña burguesía y la clase obrera – que emplean para reconducir a los trabajadores y demás explotados por el imperialismo por la senda del estado burgués, del reformismo, sin salir de sus ‘límites’. O lo que es lo mismo, los oportunistas son una vía que revitaliza y fortalece la burguesía conforme se desarrolla la crisis del capitalismo. Lenin tenía razón cuando afirmaba que “El contenido político del oportunismo y del social-chovinismo es el mismo: la colaboración de clases, renuncia a la dictadura del proletariado, renuncia a la acción revolucionaria, reconocimiento sin reservas de la legalidad burguesa, desconfianza hacia el proletariado, confianza en la burguesía”.

Los oportunistas niegan la lucha de clases, de hecho Pablo Iglesias lo verifica cuando señala que “La geografía izquierda-derecha es de régimen y el 15M permitía una geografía nueva, patear el tablero y hablar de los de arriba y los de abajo, construir una mayoría política con una mayoría social diversa. Nosotros construimos una identidad plebeya(…)”, despreciando  por completo el análisis de clase de la sociedad actual y, consecuentemente, convirtiéndolos en portadores de la conciliación entre clases y, por tanto, de la subordinación del proletariado a la burguesía.

El grado de depauperización del proletariado cada vez es mayor, la subsistencia de la burguesía y su sistema criminal pasa por hundir en la miseria y someter cada vez más a los pueblos, negándole todo tipo de derechos, siendo esa su última salida.

El Partido Comunista Obrero Español reconoce la lucha de clases como el motor que mueve el mundo y la historia, y  fija en el proletariado al sujeto revolucionario y de transformación social. El imperialismo o capitalismo putrefacto únicamente va a generar miseria y muerte, el socialismo es la única salida que tiene la humanidad.

El PCOE traslada su solidaridad y apoyo al pueblo griego, al Partido Comunista de Grecia (KKE) y al PAME, miembro de la Federación Sindical Mundial. El PCOE hace un llamamiento a los trabajadores, estudiantes, jornaleros y al resto de sectores sociales lesionados y agredidos por el capitalismo a unificar sus luchas en una sola  edificando un frente único, el Frente Único del Pueblo, contra el capitalismo y por la consecución del Socialismo.

¡POR LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y DE TODO EL PUEBLO, POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!

¡ABAJO EL CAPITALISMO Y SU ESTADO!

¡POR LA SALIDA DE LA UE Y DE LA OTAN!

¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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