domingo, 7 de junio de 2015

Kiev busca más sanciones contra Rusia

La cumbre de los siete grandes está a punto de empezar y solo quedan unos días para la cumbre de los líderes de la Unión Europea en la que ha de decidirse la extensión de las sanciones contra Rusia. Y, de repente, todo ha cambiado: las negociaciones entre Kiev y las Repúblicas Populares se encuentran en punto muerto, se reanudan los bombardeos de Donetsk y, a continuación, una operación
militar a gran escala. Incluso la OSCE y el propio Kiev han reconocido que Ucrania ha utilizado artillería pesada supuestamente retirada de la línea del frente.

No ver la conexión entre estos hechos es mirar para otro lado. La Unión Europea vuelve a necesitar bonitas y terribles imágenes televisivas para justificar otra ronda de ira. Aparecen así los obvios intentos de provocar tensiones, como afirmó el jueves a los periodistas Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso. “Estas provocaciones están organizadas por las fuerzas armadas de Ucrania. Estamos muy preocupados por ello”.

“Los acuerdos de Minsk están constantemente en riesgo de fracasar debido a los actos de Kiev, que trata de evitar cumplir con sus compromisos de establecer un diálogo directo con Donbass”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso Sergey Lavrov, que pidió a la OSCE que “defina claramente quién es responsable de las infracciones” [del alto el fuego].

Pese a todo, el Gobierno ucraniano tampoco está satisfecho con los observadores de la OSCE. El gobernador de la administración civil y militar de Lugansk, Gennady Moskal, ha acusado a los observadores de estar “siempre sentados en los restaurantes” en lugar de vigilar el territorio controlado por la milicia. “Querida OSCE, dejen de estar sentados en el restaurante del hotel “Mir” desde la mañana hasta la noche tomando cerveza y whiskey y vayan a la zona” declaró Moskal en una entrevista a Radio Svoboda. “Siempre les veo en el hotel donde viven. Nos viene alguien a la administración, le llevamos a comer, ¡y están sentados ah! Les pregunto a los camareros: ¿esto es un pub inglés, o qué?”

El portavoz de la misión de monitorización de la OSCE en Ucrania, Michael Bociurkiw salió en defensa de los observadores: “Cualquiera que realice ese tipo de comentarios debe reflexionar sobre las consecuencias negativas que pueden tener esos comentarios. Día tras día, incluyendo las noches, los hombres y mujeres de la misión de la OSCE arriesgan sus vidas para contar lo que realmente está pasando en la zona de conflicto. Están lejos de casa, de sus familias y de sus seres queridos. Están arriesgando mucho, así que no quiero hacer ningún comentario sobre lo que ha dicho el gobernador, pero le quiero recordar que este es un momento muy complicado”.

Rusia mantiene la esperanza de que prevalezca el sentido común en la Unión Europea. “Hay bombardeos en Donbass. ¿Las milicias bombardean su propio territorio?”, respondía Dmitry Peskov al corresponsal de una agencia de noticias occidental a la pregunta de cuál era la opinión de Moscú sobre los recientes bombardeos de Donetsk. “Es evidente que cuando se dispara contra el territorio y las localidades de Donbass, se sabe desde dónde se producen los disparos”.

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