En un nuevo acto de apoyo, el Gobierno de Washington ha enviado un avión cargado con armas y municiones hacia Jordania (un país vecino de Siria), donde se encuentran varios grupos insurgentes a la espera de infiltrarse en Siria.
Según los datos revelados, casi 1 500 hombres armados, que han recibido formación militar en Jordania, están listos para unirse a miles de insurgentes que luchan dentro del territorio sirio contra el gobierno del presidente del país árabe, Bashar al-Asad.
No es la primera vez que se conoce una noticia de esta índole, pues el pasado mes de enero funcionarios estadounidenses de seguridad revelaron que el Congreso respaldaba un proyecto de ley para financiar el envío de armas a los grupos terroristas en Siria a través de Jordania.
El armamento, que incluye una variedad de armas pequeñas, así como cohetes antitanques, está destinado al campamento de los llamados militantes moderados que luchan en el sur del país árabe.
En reiteradas ocasiones, los líderes de las bandas terroristas sirias han advertido a Washington que sufrirán grandes pérdidas sin su apoyo financiero y armamentístico.
Algunos países occidentales y regionales están financiando a los grupos armados y mercenarios que avivan las llamas de la violencia en Siria desde marzo de 2011.
Siria, además de tener que hacer frente a los grupos terroristas, sufre la intervención de algunos países occidentales y regionales, que brindan su apoyo financiero, logístico y armamentístico a las bandas armadas, con el fin de derrocar al Gobierno constitucional de Damasco.
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